Hace diez años, la tecnología de bioestimulación vegetal entró tímidamente en el mercado de la nutrición vegetal. Hoy en día, representa uno de los pilares de la agricultura moderna, gracias a soluciones eficientes y sostenibles. Desde julio de 2022, los bioestimulantes se han beneficiado de las regulaciones europeas, acelerando la innovación. Sobre el terreno, el interés de los agricultores es creciente y continuo.
En los últimos años, el cambio climático ha pasado de ser una probabilidad a una realidad, lo que afectará cada vez más nuestra vida cotidiana. El cambio climático es un tema prioritario para la producción agrícola mundial. Al afectar permanentemente las precipitaciones, la temperatura y los ciclos estacionales, crea nuevos desafíos para alcanzar el máximo potencial de los cultivos: las prácticas tradicionales de nutrición y protección de las plantas ya no son suficientes.
Mejor gestión del estrés abiótico para 2050
Estos desafíos, que no están relacionados con un ser vivo, se agrupan bajo el término «estreses abióticos». La gestión de estas tensiones es actualmente uno de los principales temas de discusión e investigación en agricultura: si se gestionan adecuadamente, nos permiten tomar una ventaja considerable en el aumento de la producción mundial de alimentos en un 50%, una trayectoria agrícola esencial para alimentar al mundo en 2050. Mientras se logra este objetivo a través de prácticas más sostenibles.
Rendimiento, calidad y sostenibilidad
La bioestimulación vegetal representa una de las áreas de investigación más prometedoras en el manejo del estrés abiótico. Aplicados adecuadamente, los bioestimulantes reducen eficazmente el impacto de estas tensiones en los cultivos y logran un rendimiento óptimo y un potencial de calidad. Los experimentos lo demuestran y el despliegue de estas soluciones en campo abierto lo confirma. Entre 2021 y 2026, se espera que el mercado de bioestimulantes crezca de $ 3.2 mil millones a $ 5.6 mil millones (Mercado global de bioestimulantes, pronóstico para 2025). El rápido y continuo crecimiento de este mercado es el resultado del interés de los agricultores, que poco a poco han ido tomando conciencia de las ventajas y beneficios de estos productos, tanto para los cultivos como para la economía de la granja.
Entre 2021 y 2026, se espera que el mercado de bioestimulantes crezca de $ 3.2 mil millones a $ 5.6 mil millones (Mercado global de bioestimulantes, pronóstico para 2025)
Al mismo tiempo, el uso de estas soluciones permite que la agricultura sea más sostenible, más respetuosa con el medio ambiente, en particular al reducir el uso de productos sintéticos.
Estimulación de la nutrición y el crecimiento
Según la normativa de fertilizantes de la Unión Europea, ratificada en julio de 2022, un bioestimulante se define como un producto que estimula los procesos de nutrición y crecimiento de las plantas, independientemente de su composición nutricional. Su único objetivo es mejorar una o más de las características de la planta o su zona radicular, tales como: eficiencia en el uso de nutrientes, tolerancia al estrés abiótico, características de calidad y disponibilidad de nutrientes confinados al suelo o rizosfera.
En este contexto, Rovensa Next ofrece una gama de soluciones para anticipar y cubrir todos estos tipos de estrés: gama de algas y gama de aminoácidos para estreses abióticos, gama de sustancias húmicas para nutrientes del suelo y Biimore para rasgos de calidad.
Si bien se ha demostrado que la bioestimulación reduce eficazmente el impacto del estrés abiótico en los cultivos, no ejerce ningún efecto específico sobre patógenos o plagas: para controlar estos desafíos bióticos, siempre será necesaria la protección fitosanitaria.